La última semana de octubre, el Ayuntamiento de Madrid e Instituciones Penitenciarias ordenaron el derribo de la cárcel de Carabanchel, frente a la oposición vecinal de la Plataforma por la paz y la memoria. El proyecto institucional incluye la construcción de 6.000 viviendas, libres y de protección oficial, en un barrio que ha crecido urbanísticamente desmedidamente y con grandes carencias dotacionales -ni espacios verdes ni servicios sanitarios ni centros educativos-. La plataforma presentó un proyecto alternativo que pretendía erigir un centro de la memoria histórica en la cúpula del edificio como recuerdo por los represaliados políticos y no políticos durante la Dictadura, además de un hospital de titularidad y gestión pública, una residencia de ancianos y una sede para una facultad de una especialidad de medicina. El edificio que se está derribando es "el mayor panóptico" que quedaba en pie en Europa. La cúpula que se ha derribado, hecha de hormigón de una sola pieza, es similar a la de la basílica de San Francisco El Grande. Los vecinos continúan la lucha.
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Artículo sobre la calidad artística del edificio (Público)